lunes, 16 de noviembre de 2009

CRADLE TO CRADLE








Superar la ecoeficiencia para allanar el camino a la eco efectividad.
Está claro que nadie duda como alternativa ecológica aquella que predica: reducir, evitar, minimizar, sostener, limitar, detener. Estos términos han sido los básicos en la mayoría de las consideraciones ambientales de la industria actual la cual buscando un salida a la crisis de recursos naturales y energía se propuso ser más eficiente. La ecoeficiencia significa “hacer más con menos”, un precepto que en términos ecológicos no es nada aconsejable, puesto que aunque es un concepto aparentemente admirable, incluso noble, no es una estrategia de éxito a largo plazo, porque no va suficientemente a las raíces. Ser eficientes desde dentro del mismo sistema tan sólo ralentiza el problema aunque se pongan prescripciones morales y medidas coercitivas. Con el actual concepto de ecoeficiencia no se puede salvar el medio ambiente supone ya que supone apoyar que la industria acabe con todo, de forma callada, persistente y completamente. Esta es la tesis del libro Cradle to cradle (De la cuna a la cuna).
El término eco-eficiencia fue oficialmente promovido por el Business Council for Sustainable Development (Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible), un grupo de 48 promotores industriales que incluía industrias nada ecológicas como Dow Chemical o DuPont entre otras. Se debe a este grupo las famosas tres “R” del movimiento –reducir, reutilizar, reciclar– que tan populares se han hecho entre la vanguardia ecologista.

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